INGREDIENTES:
- 1 Coliflor.
- 4 Ajos.
- 4 Hojas de laurel.
- Pimentón.
- Perejil.
- Granos de pimienta negra.
- Vinagre.
- Aceite.
- Sal.
ELABORACIÓN:
Partimos la
coliflor en trozos grandes, se lavan bien y los ponemos en la olla a presión con un
puñado de sal y dos hojas de laurel.
Tapamos la
olla y contamos después de pitar 10 minutos.
Os explico,
la coliflor se parte en trozos grandes para que al cocerla no se desarme
demasiado, la cocemos a presión y con laurel, por esto del olor tan fuerte, de
esta forma se camufla el olorcillo y la cocción es más rápida.
Escurrimos
los trozos de coliflor, con mucho cuidado de que no se rompan y reservamos en
una fuente honda.
En una sartén
ponemos 4 cucharadas de aceite y cuando esté caliente echamos los ajos pelados
y partidos en láminas, 2 hojas de laurel y unos granos de pimienta.
Cuando los
ajos estén dorados, ponemos una cucharada pequeña de pimentón, retiramos la
sartén del fuego, lo removemos todo y antes de que se queme el pimentón le
añadimos medio vaso de agua, se pone otra vez en el fuego y le damos el punto
de sal y vinagre, dejamos que hierva y lo vertemos todo sobre la coliflor
cocida.
No pongo la
cantidad de vinagre, es aconsejable poner poco y vamos añadiendo según el gusto
de cada uno.
Aunque sea
una hortaliza que huele de aquella manera, merece la pena pasar
un ratillo malo ya que una vez cocida esta riquísima.
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