INGREDIENTES:
- 500 gr. Garbanzos.
- 500 gr. Bacalao.
- 200 gr. Habicholillas.
- 2 Zanahorias.
- 1 Cebolla.
- 1 Pimiento.
- 2 Tomates.
- 3 Ajos.
- Harina.
- Pimentón.
- Laurel.
- Aceite.
- Sal.
ELABORACIÓN:
Ponemos en
remojo los garbanzos en agua fría y un puñado de sal la noche anterior.
En la olla a
presión echamos hasta la mitad de agua y la ponemos al fuego hasta que hierva.
Escurrimos los garbanzos y enjuagamos bajo el grifo, los echamos en el agua
hirviendo con una hoja de laurel, las zanahorias y las habicholillas troceadas,
cerramos la olla, contamos 30 minutos después de pitar y ya tenemos los
garbanzos cocidos, reservamos.
El bacalao se
trocea y lo ponemos a remojo durante 48 horas cambiando el agua 4 veces. Lo
escurrimos, secamos el exceso de agua, pasamos por harina, lo freímos y se
reserva en un plato.
En el mismo
aceite donde hemos frito el bacalao, dejamos como 5 ó 6 cucharadas de aceite,
donde haremos el sofrito, echamos los ajos partidos por la mitad y los doramos,
se ponen en el mortero, a continuación sofreímos el pimiento, la cebolla, el
tomate y cuando este todo frito se le pone una cucharada de pimentón, se le dan
una vueltas para que se haga el pimentón, pero sin quemarse y volcamos el majado
del mortero, los ajos fritos y el perejil con un poco de agua de cocer los
garbanzos.
Si los
garbanzos tuviesen mucho caldo le quitamos hasta que estos se vean en la
superficie, añadimos el sofrito y removemos con cuidado, dejamos hervir para
que se mezclen todos los sabores y colocamos el bacalao frito encima, ya no se
remueve, pues romperíamos el bacalao, probamos de sal, rectificamos si hiciera
falta, dejamos reposar 10 minutos y ya tenéis un plato completo, nutritivo y
barato ya que de esta olla se sirven unas cuantas raciones.
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