INGREDIENTES:
- 1 Conejo.
- 1 Cebolla.
- 2 Tomates.
- 2 Pimientos.
- 3 Ajos.
- 100 gr. Jamón.
- Vino tinto.
- Perejil.
- Pimentón dulce.
- Pimienta molida.
- Aceite.
- Sal.
ELABORACIÓN:
Gracias a los
cazadores podemos degustar estos platos tan sabrosos y consistentes, aunque
reconozco que si yo tuviese que matar al bicho, me haría vegetariana, hipócrita
por mi parte ya que me gusta comer carne, por eso, gracias a Paco, el autor del
conejidio; a Tere, que lo dejó limpio como la patena y a mi Rafa, que lo entregó
en perfecto estado, podemos rematar la faena haciendo una buena receta.
El conejo
troceado lo metemos en agua para que suelte la sangre, lo escurrimos y
reservamos.
En una
cazuela ponemos el aceite y cuando esté caliente echamos el jamón en trocitos,
lo mareamos y a continuación ponemos el conejo troceado al que le hemos puesto
pimienta molida y sal. Seguimos rehogando todo, junto a la cebolla, el pimiento
y los tomates troceados.
En un mortero
machacamos los ajos con el perejil y lo disolvemos con vino tinto.
Cuando esté
todo bien rehogado añadimos una cucharada de pimentón dulce, le damos unas
vueltecillas y le echamos el majado del mortero, añadimos más vino si estuviera
muy seco y dejamos cocer, cuando la carne esté tierna listo para servir.
Hay que tener
en cuenta que estos conejos de campo tienen la carne más dura que los de
granja, es decir tiene que estar cociendo mucho más tiempo, en ese caso lo
podemos poner en la olla a presión durante 30 minutos, probamos para ver si
esta tierno y en caso contrario volvemos a poner otra media hora, no podemos
saber el tiempo exacto ya que depende de la edad del conejo que estamos
cocinando.
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